Un día, aprendí…

Un día, aprendí…

Poema incluido en mi libro Podría estar hablando de ti,
Portada de Brian Rea.

UN DÍA, APRENDÍ

Un día aprendí, que todo lo que callas
es mucho más de lo que dices;
que tus palabras terminan convirtiéndose en silencio
para esconderse en ti y crear su vida aparte.

Un día aprendí, que tus palabras son solo palabras,
pero a la vez, son mucho más que eso.
Tus palabras, ellas lo saben, caen en el viento
y se divierten en cada una de las personas que tocan, juegan con los recuerdos

como los días nublados con el otoño
y crean realidades más allá de lo que imaginamos.

Un día aprendí, que lo que me decían tus manos,
era menos de lo que querían decir.
Ese tacto bajo la niebla que se colaba en mí,
que se dejaba descubrir en mí,

que se deshacía en mí desplazándose levemente
como esa gota de lluvia en mi ventana cuando te escribo.

Todo esto
no supiste ocultarlo, estabas en tu contra.
No supiste ocultarlo, jugabas en mi contra.

Un día aprendí, que el viento que te busca
ha dejado de ser mi viento,
que todo lo que te decía iba hacia otro lugar que no eras tú.

Un día aprendí que el viento crea mares en los charcos
y que tus palabras no son puñales, pero matan,
que lo que decían tus ojos
era mucho más de lo que querían callar,
que todo lo que no me decías
era mucho más de lo que querías decir.
Eso es todo lo que aprendí.

Pero lo más importante,
eso es todo lo que me enseñaste.